jueves, 21 de diciembre de 2017

NO ME DIGAS QUE FUE UN SUEÑO


Siguiendo con el casi inagotable tema “los guionistas de dibujos animados están muy mal de lo suyo”, “pero que muy mal”, vengo a relatar algo que he visto, y que me tiene tan impresionada, que no puedo dejar de regurgitarlo.

Debía de ser Teen Titans Go. O no. En realidad no estoy muy segura, no estoy segura de nada, si bien es verdad que lo vi un buen rato, no sé si ese estado entre sueño, vigilia y alucinación cuenta como plena consciencia, o como consciencia, en general. 
 
¿Erais vosotros o fue el maldito Cariñena que se apoderó de mí?


Pero os aseguro que no me equivoco. Era alucinante. Como una alucinación, pero una alucinación colectiva, porque Caradefresa se pegó a la tele como una mosca a un toffe, y al final sólo supo decir un “cómo mola” de sílabas separadas, un "có-mo-mo-la", ay de mí, de asentimiento y rendición total.

La cosa iba así: en un mundo indeterminado, pero claramente apocalíptico, ante la terrible amenaza personificada por un dragón, los protagonistas (era la primera vez que los veía en mi vida, así que no me digáis que quiénes eran, pero que conste que eso es grave, ya que yo veo muchos dibujos animados para mi edad, o mejor dicho que no conste, que no conste nada, corramos un estúpido velo), los protagonistas, digo, o bien se transforman en varios coches y un helicóptero, o bien hacen aparecer los susodichos vehículos, los cuales ya os avanzo que rápidamente se van a la porra, o al menos ya no vuelven a hacer ná. Aparte de eso, inmediatamente se ve cómo aparecen, en medio de un estallido de fulgor, tres robots, o cyborgs, o lo que sea, con pinta de eso mismo. Pero hete aquí que hay que luchar con el susodicho dragón, así que los tres cyborgs, hay que ver, en vez de un luchar propiamente dicho, se transforman en los integrantes de un grupo de rock con sus correspondientes guitarras y comienzan a tocar una canción en el más puro estilo rock-metal ochentero. El del centro es un androide con una cabellera pelirroja de tal entidad y calibre, que haría enrojecer de envidia al mismísimo Dee Snider. Su melena se ondula al ritmo de la música de modo tan hipnótico, que no recuerdo en absoluto las trazas de los otros dos componentes del grupo, mucho me parece ya recordar que eran otros dos y que flanqueaban de a uno al pseudoDeeSnider robótico. Así que tocan y suena la música, al son de la cual aparece, primero una especie de oso polar medio robotizado que lucha con el dragón y sus creaciones, y luego un super robot gigante que me recuerda poderosamente a Afrodita A (que sí, que he visto muchos dibujos animados), la cual acaba venciendo al dragón y sus sucesivas embajadas tras muchos aspavientos, estallidos, explosiones, expresivos cabeceos y devastación en general. Todo ello al son de un riff quasi apocalíptico. 

Aquí Afrodita A, aquí unos amigos.
     Acabada su misión parecen desvanecerse, mas oh, ah, cielos, recórcholis, repámpanos, caracoles, al parecer el mundo está devastado y convertido en un erial, qué vamos a hacer ante tamaña destrucción. Pues nada, de nuevo aparecen y mediante otra canción (nueva melodía rockera, más meneo hiptnótico de melena), montes y valles se van restaurando en lo que parece una serie de implosiones con rompimiento de cielos incluido. Finalizada su misión, la robótica banda desaparece. 

Desaparece, y el capítulo acaba dejándonos anonadados.
Si eso no es petarlo, yo ya no entiendo nada.

Cualquier excusa es buena para poner este gif.


Hijas mías: ¿Qué más se puede añadir? Creía estar curada de hipersurrealismos, pero esta vez me he quedado sin palabras. 

hipersurrealismos: esquí acuático a lomos de un león. Muy normal todo.



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