jueves, 26 de febrero de 2015

ATAQUE DE EGOBLOGGERISMO: TODOS CONTRA LA PARED.


Ataque de egobloggerismo I 
Capítulo guan: patada en la puerta (con stilettos)



No sé a qué cantidad llegaremos, pero siguiendo la corriente (a estas alturas más bien reguero estático), ahí van algunas cosas sobre mi humilde (juas, juas, juas) persona (siempre llegando a las modas en la mismísima cresta de la ola, semos asín).




Tengo las dedas raras. Raras-raras no. Raras chulas.


Algunos lo llaman pie egipcio (craso error, el pie egipcio es el que va en disminución perfecta) o pie griego (esto sí, el gordo más corto que el siguiente). Pero no sólo el segundo es mayor que el primero, es que el tercero también lo es. Buscando una foto explicativa por Internet supe que lo que yo tengo es un caso más que pronunciado de pie griego o dedo de Morton



No tanto, pero casi. (imagen de Wikipedia)


Lo que me produce algunos problemas a la hora de comprar calzado, pues las marcas más “ergonómicas” del mercado parten del axioma que los artejos van en disminución de mayor a menor sí o sí. Y claro, eso no es así, señores fabricantes, a ver si miramos más allá de nuestro propio ombligo, quiero decir, de nuestros propios pieses. Somos muchos los del pie griego. Muchos. Entre el 10 y el 22% de la población, según Wikipedia. ¿Seguro que quieren perder tanto mercado? Es un infierno llevar unos zapatos ergonómicamente calculados para otra configuración de hallux, os lo digo yo.


Obsérvese la perfecta y ordenada disminución y su consecuente plataforma sustentante:          La moda está contra mí.
Si yo me pusiera esto iría pisando con el segundo dedo sobre el suelo.                                      Y probablemente con el tercero.

Se pueden comprar más grandes, pero enseguida la punta se queda hecha unos zorros.           Y se ve mucho más.
Vale, podría ser peor. No sé de qué me quejo.


Y os lo dirá mi podólogo. No tengo uno de cabecera (lo tuve cuando me entraba por el seguro, aygs, qué tiempos aquellos), pero es un hecho que cada cierto tiempo tengo que acudir a que un profesional repare los daños infligidos por el continuo choque contra la puntera de los zapatos (no voy a entrar en detalles y menos en esta sede). Porque no hay zapatos totalmente adecuados para nosotros, los del pie griego cuasiextremo. No los hay.

(Me estoy viniendo arriba y poco me falta para iniciar una campaña de firmas)

De lo que es chocar contra la puntera metálica de una bota de obra, mejor hablamos otro día


Que no es tan raro, que no. Recuerdo que cuando trabajaba en cierto museo (esa es otra historia y será contada en otra ocasión. O no, ya veremos), me vi en la tesitura de tener que modelar medio pie. La mitad delantera, para ser exactos. No hay ni una escultura de la imaginería española cuyos pies sean en disminución. Ni una sola. Desde el siglo XVI al XVIII. Créanme. No sólo me recorrí dicho museo de cabo a rabo, incluidos los almacenes (estooo, ejem, esperemos que no consulte este mi humilde blog aquel director al que, en uno de mis mejores momentos diplomacia-apisonadora, no sólo no reconocí, sino que incluso le hice saber que me importaba muy poco, para luego ignorarlo en plena conversación) (¿porqué será que no suelo medrar en mi trabajo? No me lo explico), decía que no sólo me recorrí el museo entero buscando modelos (y no justificación para mi trabajo ante los reparos de mis compañeros), sino que desde entonces cada vez que veo una escultura con los pies desnudos lo primero que hago es comprobar la tipología de sus pies. Creedme. Lo mío debía ser lo normal hasta hace un par de cientos de años.




Se puede decir más grande, pero no más claro
Tu quoque, Miguel Angel
Señores fabricantes: que no es tan difícil, cáscaras.
Si los artesanos de la antigüedad pudieron, usted también puede. 


  Alguna ventaja tenía que tener. Y es que tan descomunal prolongación centrodistal del pie, por alguna razón, debe ser más estable que la configuración estándar. Bastante más. Puedo andar con tacones y punteras (si me gustaran las punteras, que no me gustan) sin que mis pies padezcan, un lapso mucho mayor de tiempo que la media. No me hacen daño las “almohadillas” del pie (nunca entendí porqué venden esos protectores). Creo que no me han hecho daño nunca (ahora que me he puesto tan chula, toquemos madera, hierro, y todos los elementos de la tabla periódica por orden de peso atómico, por si acaso). Mi habilidad para llegar al trabajo caminando a toda velocidad sobre los sampietrini enfundada en unos zapatos salón con 10 centímetros de tacón es proverbial. 


Me gustan mis pies. No suelo pensar en ello, pero ya que me lo preguntáis, sí que me gustan. No sé si es por eso, o que la molicie que me invade se me baja hasta los pies, pero desde que sale un rayo de sol poco antes de San Juan hasta pasado el Pilar, voy en sandalias. Mucho tiene que llover para ponerme zapato cerrado. (Algo tendrá que ver que no me choquen las dedas con el frente de la puntera cuatro meses al año. Más bien.)



Una cosa más. Mi madre siempre dijo que podría reconocer a mi padre exclusivamente por los pies (sé que es un enunciado harto extraño en una madre. En su descargo contaré que había un concurso en televisión para hacer tal cosa). De casta le viene al galgo. Y a la galga.




P.S. El Epigrafista y las ninias también tienen pie griego. No tan acusado (lo mío es para nota), pero innegable. Ya veis. Cuatro personas que distan mucho de tener lazos genéticos entre sí. Va a ser verdad que entre un 10 y un 22%. O que de alguna manera nos atrajimos recíprocamente. Igual es una nueva ley de la física, miratú.


N. del A. Para curiosones: en ninguna de estas fotos aparecen mis pieses. Egobloggerismos, los justos.



Hijas mías:


Ahora ya sabéis porqué hay medio pie de arcilla decorando la estantería del salón. Eso es. El mismo que viste y … calza.

        No os preocupéis, hijas, que en cuanto a calzado molón para pies griegos, tengo hecho un master (no del Universo, pero casi) (Aygs, otra vez delatando mi edad).

Estos. No busquéis más.  Y si te empiezan a doler los pies, siempre puedes desahogarte lanzando unos misiles.

Cuando mandéis hacer mi estatua, recordad no encargar peana. No hace falta.  



P.S.S.
NO, hijas mías, ESTOS NO.


Ni estos tampoco Caradefresa, que te veo venir

martes, 24 de febrero de 2015

LA ARMADA INVENCIBLE


  
        La Princesa Caradefresa aprendió recientemente a hacer barcos de papel. Cuantos que atisba un papel distraído, le coge nosequé arrebato astillero precoz.

No mandé a mis naves a luchar contra los elementos. Ni contra las elementas.
        


             Misterios de la infancia.



       Princesa Caradefresa, elementa mía, quiero decir hija mía, en serio, vamos a tener que empezar a pensar en la posibilidad de que quizás convendría ir tirando alguno...

 

lunes, 23 de febrero de 2015

INVOLUCIÓN



Aquí los deberes de las ninias (mejor dicho los deberes de sus señores progenitores).           Que los llevemos a la caverna docente el lunes por la mañana                                                       Si, habéis visto bien, la piedra es una patata. No seré la que más lo peta del mundo DIY, pero tengo mis recursos.                    
La talla decorativa es un plus. Esperamos subida de nota, y no miro a nadie...






Así, un domingo por la noche en un momento.

Desde aquí quiero agradecer a la cadena de supermercados que tan amablemente me regaló 5 kilos de patatas por mi compra. Me hubiera visto mal...
 
En la prehistoria, la menda lo hubiera petado.


Nota al margen: la talla de motivos tribales en el palo es cosa del Epigrafista; me tiene los cuchillos de cocina escachaos.



Hijas mías

1.- Si luego la nota no os da para Oxford o para Quembrich, que no se diga que fue culpa mía.

2.- Sé que a estas alturas del cuento me creéis capaz de cualquier cosa. PERO COMO OS VOLVÁIS A ACORDAR DE LO QUE HAY QUE LLEVAR AL COLE EL DÍA ANTES....

 


jueves, 19 de febrero de 2015

ESCALADA TRIUNFAL




La Princesa Caradefresa sale de su quinta o sexta clase de ajedrez.
-         “Mamá, hoy jugué con una niña y le comí dos piezas.


A los diez minutos, antes de hacer los deberes, se lo cuenta a La Maestra.
-         “Abu, hoy le comí cuatro piezas a una niña en ajedrez.


Cuando llega su padre.
-   “Papá, hoy le comí a una niña cuatro piezas y le hice “ja te mate”.




 ¡Ja, te maté!Fuente.





Creo que lo llaman escalada hacia la gloria.  




     Princesa Caradefresa, hija mía, como de autoestima seguimos bien, lávate los oídos y repite: la lluvia en Sevilla es una pura maravilla, la lluvia en Sevilla es una pura maravilla (ojo no te tragues una piedra), la lluvia en Sevilla...



miércoles, 18 de febrero de 2015

CARNAVAL


N. del T. La niña está vestida con su disfraz de carnaval.



         Estimado Epigrafista: al parecer, tu hija cree que eres Batman.




 

        Tips de estilo relacionados (atención, cazatendencias al acecho, esta es vuestra ocasión):
       - Una capa dorada sólo puede mejorar cualquier atuendo. Cualquiera. Es una ley universal.  
       - Lo dorado pega con todo.




         Hijas mías: las olas de frío no son excusa si se domina el arte de embutir varias capas de forro polar debajo de los vestidos de tirantes. Disfrazarse de oso es de cobardes.


               

viernes, 13 de febrero de 2015

RUBIO






-      Mamá, Fulanito tiene un cuadernillo Rubio.”
-      Pues me parece muy bien.
(Breve silencio)

-     ¿Qué es un cuadernillo Rubio?
-    Es un cuaderno para practicar la escritura y también los hay de hacer cuentas.
(Aversicuela, aversicuela, aversicuela...)

 -     ¿Me puedes comprar uno?
-    Bueno hija, ya que lo pides, te compraré un cuadernillo Rubio
-     Como el de Fulanito.” 
-     “Como el de Fulanito.
-     No, Rubia, el mío que sea Rubia.



Quien te ha visto y quien te ve

Reinventarse o morir



Hijas mías: justicia es dar a cada uno lo suyo. Pero esto es demasiado.  


Precedentes no faltan. De la demasía, digo.





miércoles, 11 de febrero de 2015

RESUMEN POST-NAVIDEÑO




La guagua es un autobús, pero con agua.” (Princesa Caradefresa).
Y si no lo sé, me lo invento. 

 
Esto también es una guagua.




Tengo más frío que un pollo.” (Princesa Caradeferesa).

El abuso de fast food puede producir comparaciones espurias.



Rodar es una palabra polisémica.” (Dash).
    Vale. Ya nos has demostrado porqué sacas unas notazas completamente inmerecidas.
      Mucho me temo que la Real Academia de la Lengua no admite el significado que le dais tu padre y tú. (Aunque, ¿a quién le importa lo que diga la RAE?)






Ayer estuvimos en los CHINCHABLES.” (Princesa Caradeardilla)
      No puedo estar más de acuerdo.






¡Que se cumplan los propósitos de 2015!” (Candace.)
      Mira a ver si tu hermano te explica en un momento lo que es un campo semántico.






Pienso, huevo existo.” (La Madreconcarné)

No, no lo pongas. No pongas en el blog “Pienso huevo existo”” (El Epigrafista.)


martes, 10 de febrero de 2015

DISCUTIR O COMEDIR



         CasaLaMaestra. Navidades 2014. Un fuerte barullo se escucha procedente del salón, donde a la sazón los cachorros del Clan se hallan inmersos en no por cotidiano menos nutricio procedimiento. Cuando acudo, la Princesa Caradefresa pontifica ante sus primos:



-         Se partió la tierra, y luego vino otro cacho de tierra.” Girándose acude al argumento de autoridad – “¿A que sí, mamá?

Mi perplejidad es máxima.

 
¿Estamos hablando de esto?




-         No veas la discusión que han tenido. Que si los planetas y el sistema solar. Y luego van los dinosaurios y se mueren todos.” Apostilla La Maestra, a modo de aclaración.


Ah, vale, ahora lo tengo mucho más claro. Ya me habíais preocupado. Mucho más normal discutir a gritos en la mesa por esto.



  Hijas mías: discusiones científicas en la mesa las justas, y sin llegar a las manos, os lo ruego, que luego me lo dejáis todo perdido, y no veáis lo mal que sale de los manteles la sangre y las vísceras.
 Qué poco espíritu navideño. No habéis visto suficientes películas americano-navideñas de serie B.

No sé porqué os complicáis tanto. La verdad es mucho más sencilla.
 

Y ya que estamos, no está de más apuntar que un especialista no es el que menos se equivoca. Sino el que se equivoca por razones mucho más complicadas que el resto de los mortales.
Ahí queda eso. 


lunes, 9 de febrero de 2015

UNA EXPOSICIÓN DE MIERDA



Sé que no es digno de mí.



Sé que no os lo esperabais, amigos.



Sé que no es modo de romper un largo silencio blogueril.



Lo sé, lo sé todo…



Y aun así no puedo abstenerme.

 (Nota mental: practicar más la abstención. Entradas como esta podrían echar por tierra la estampa tan trabajosa y largamente labrada, cual es sesuda autoridad bajo delicada y discreta apariencia, que tan hábilmente he conseguido instalar en el subsconsciente de mis seguidores)



Y si no me creéis, pulsad en la imagen







Hijas mías: lo puedes decir en latín o en la lengua de los indios yanomami, pero sigue siendo una exposición de mierda.