viernes, 28 de junio de 2013

A LA MONTAÑA VOY, DE LA MONTAÑA VENGO


Por el camino yo me entretengo.

Atención: concurso.

A ver quién averigua cuál es la montaña que se ve al fondo.


(venga, que no es difícil, los seguidores del blog lo tienen chupado).


Otras pistas del ambiente bucólico pastoril en que nos vimos envueltos durante el pasado fin de semana.

Partimos una brumosa mañana de junio

Abuelito, dime tú

(Tengo unas bojas como panes, y llevo días caminando con la agilidad, no ya de una nonagenaria, que aquí las abuelas de la menda llegaron a los noventaymuchos y a los cientoymás con un garbo peripatético inaudito, sino  de un cruce entre elefante marino e insecto palo. Mucho me temo que la raza está en decadencia. Maldito seas, ambiente bucólico pastoril.)

Próximamente, alguna pista.

P.S. Ante la avalancha de solicitudes, tengo que decir que la misma montaña ya ha tenido foto en este blog.




Futuros hijos míos: ni os cuento lo que disfruta vuestro padre por esos montes de Dios. Como estrategia sugiero la de “si no puedes con tu enemigo, únete a él” y el acopio de esparadrapo del gordo como si no hubiera mañana.

jueves, 27 de junio de 2013

LOS TURISTAS TAMBIÉN SON PERSONAS HUMANAS



Flashback de los tiempos legendarios VI

En esta ocasión encontramos a la Condottiera y su amiga Ladelpueblolpimentón caminando por la Via dei Fori imperiali un día cualquiera de julio a eso de las diez de la noche. En contra de lo que parece, se están recogiendo (la vida del trotamundos ocasional es harto cansada). Están pasando justamente por delante de la columna de Trajano (ahora que lo pienso el destino me dio multitud de indicios, no sé para dónde estaría yo mirandooo…)

Aquí enfrente fue

Para la comprensión del episodio de hoy, es necesario señalar que nuestras heroínas se parecen tanto a Naomi y Claudia como la magdalena de Proust a la Magdalena de Don Mendo.


En estas pasa un coche. Uno de esos coches rebosantes de jóvenes indígenas que se aprestan, evidenciando un modesto y sano regocijo, a disfrutar de una exquisita velada, teñida de benéfico alborozo no exento de  ilustración y cultura (cruzamos apuestas sobre si se dirigían a un recital de piano clásico o a una reunión de especialistas en exégesis bíblica, pero por sus alaridos no pudimos deducirlo).
Con el refinamiento que los caracteriza, dichos individuos nos instan, entre loas y encomio de nuestras prendas intrínsecas en cuanto a seres humanos en general y representantes de nuestro género en particular, a compartir con presteza sus inquietudes culturales, haciendo uso de un extenso acervo dialéctico e innegables cualidades oratorias.

Ante tales argumentos, expuestos con la elocuencia del mismísimo Cicerón (si bien pacatos y morigerados en extremo), la Condottiera, a la sazón hija adoptiva predilecta del rione Trastevere, profiere con su potente chorro de voz:

-         “Va´tela piglià´n der c***, stronzo di m****”

(No se puede vivir a la sombra de la escultura del Belli sin sufrir ningún efecto secundario)
  
Giuseppe Francesco Antonio Maria Gioachino, il Belli para los amigos



El coche se detiene. Los interfectos se disculpan, porque “nos habían confundido con turistas”, y ya se sabe, las indígenas no se merecen eso. A diferencia de las turistas.

Ladelpueblolpimentón se quedó de piedra. Estoy segura de que todavía se retuerce de risa cada vez que se acuerda.



Futuros hijos míos:
1.- ¿Os había dicho ya que a veces las cosas no son lo que parecen? Pues tratándose de vuestra madre, sucede mucho.
2.- Los de tu pueblo no son más que nadie. Pero tampoco menos. Que os quede claro.

miércoles, 26 de junio de 2013

ESTO NO ES LO QUE PARECE


Estampas (más o menos surreales) de la vida cotidiana, II

Sábado por la mañana. Mañana de compras en el mercado local, como Dios manda: con carrito de la compra hasta los topes (manojos de verdor floreciendo por los laterales de la tapa y multitud de bolsas colgadas de los tornillos). El epigrafista atisba unas zapatillas molonas en el escaparate de Calzados García (sustitúyase García por cualesquiera otro apellido patrio de lo más común), por lo que, encomendándome el carrito y su contenido, entra. La Madreconcarné permanece en la puerta, ojeando la mercancía a la vista. Aparece una buena señora.

-         ¿Tiene yerba?
-         Sí.
-         ¿Cómo la vende?
-         En paquetes de medio kilo y de un kilo.
-         No sé… ¿Cunde mucho?

         Menos mal que me crié en el barrio y sé que Calzados García, a pesar de su nombre, se dedica a la venta de semillas desde que me alcanza la memoria.


Un rato después estuvimos tomando un café, y la señora de la mesa de al lado (otra, no la misma) nos dejó bien clara la vida y milagros de un tal Crisógono, con toda prolijidad de detalles.
Ánimo Crisógono, estamos contigo.



Futuros hijos míos:
1.- A veces las cosas no son lo que parecen.
2.- ¡Mira que si la señora sale con una paca a cuestas! ¡Qué risa!


jueves, 20 de junio de 2013

INCONGRUENCIA IN TERMINIS



Flashback de los tiempos legendarios, V.

No seré yo quien tache a mi egregia madre la Maestra de incongruencia in terminis (atención, que ahora viene el pero), peeero no sería una hija digna de tal nombre si no señalara o señalase a la hacedora de sus días esos pequeños detalles de su crianza que no se ajustan a la lógica común.

Había en casaCactusafro un enorme cuadro consistente en una fotografía en blanco y negro del Naranjo de Bulnes. Por la cara oeste, si no recuerdo mal (la más difícil de escalar). Cactusafro nunca fue una niña especialmente crecida (para los cánones actuales sería bastante enclenque), por lo que tal vez dicho cuadro no fuera tan grande. Lo acompañaban cienes de retratos del Chacal en veste de montañero intrépido. Y algo debía de hablarse en casa sobre escalada y montañismo, porque si no a qué iba a saber yo desde mi más tierna infancia la mejor ruta para coronarlo, así como el tiempo que se empleaba en la subida por cada uno de los flancos, y que dicho Naranjo no tenía nada que ver con Valencia ni con los cítricos (ahora caigo porqué las niñas de mi cole me miraban raro).

Este era talmente el cuadro.

Sin embargo mis hermanos mayores tenían orden materna tajante de no dedicarse ni a la espeleología ni al alpinismo, escalada o cualquiera de sus variedades, desde lo más profundo de la tierra, hasta los más altos riscos que rozaren los cielos.

Creo recordar que algún escarceo hubo con la espeleología, pero debió de ser breve (o el interfecto muy astuto ocultando cuerdas y linternas). Sin embargo lo de triscar por peñas y breñas en todas las variantes posibles, estaba a la orden del día.

Quién sabe porqué, a Cactusafro, en un ejercicio de congruencia  nunca le fue prohibida ninguna de estas dos cosas (¿torpe yo? Para nada, para nada. Además era una aventurera de élite y me encantaban todos los deportes. Lo contrario son invenciones pergeñadas por mentes resentidas). Quizás por eso Palas Atenea se sintió completamente libre para saquear tumbas y partirse el espinazo por esos oteros de Dios.

Todo esto para decir que no seré menos incongruente que mi madre, sino seguramente mucho más. La congruencia está sobrevalorada. De momento, ya hemos demostrado que no sirve para evitar que tus hijas expolien los cementerios o lleguen de una pieza a la edad adulta.



Futuros hijos míos:

1.- ¿Qué os gusta el montañismo? Pues por eso vivimos en un tercero sin ascensor. Ya me estáis subiendo sin rechistar.
¿Qué os gusta la espeleología? ¡Qué bien! Justo hoy que había que limpiar y ordenar la carbonera.

2.- Se suele decir que hay que tener cuidado con lo que se desea, porque a lo mejor van y te lo dan. Antes de pedir algo, paraos a pensar. Igual van y os lo dan. O lo que es peor, igual la Madreconcarné va y os da lo que ella interpreta que habéis pedido.



P. S. Releyendo un poco, creo que últimamente estoy dejando a mi madre a la altura del betún. Que no Maestra, que no. Que también hubo cosas buenas. No se me puede olvidar cómo jugábamos a la Señorita Pitita.


SOY CALIXTA LA LISTA, Y MI INTELIGENCIA ES SUPERIOR Y RECALCITRANTE.


Cómo reconocer si su hijo es superdotado o por el contrario tiene una potra inmensa. 
Flashback de los tiempos legendarios, IV

Los flashbacks son como los snacks, que no te puedes tomar sólo uno.

A veces me siento identificada con Ahijada, porque yo también fui, aunque fugazmente, una bebita adorada por sus dos hermanos mayores. Esta es la historia de cómo la fortuna quiso que se me considerase (también fugazmente: sic transit gloria mundi) superdotada a la tierna edad de 6 años, y de cómo mis hermanos pasaron de la tierna adoración a la tirria más irredenta en un solo día.

Se celebraba en casa cierto evento consistente en la visita de unos amigos de mis padres, los detalles están difusos. Estamos bebiendo gaseosa (un extraordinario lujo en esa casa, por cierto, sólo explicable por la presencia de convidados). Uno de los invitados se aproxima a mis hermanos, a la sazón de 10 y 11 años, para preguntar: a ver, ¿qué gas lleva la gaseosa? Silencio. Risa floja. Nadie contesta. Cada uno mira para un lado. El invitado insiste. Los interpelados silban, aparentando disimulo.
Aparece Cactusafro, un mico de seis años, y se planta ante el invitado.
-         “Anhídrido carbónico”.
-         “¿Qué? ¿Qué has dicho?”
-         “Anhídrido carbónico.”
Silencio general.
Mis padres se miran con creciente asombro. “¿A ver si va a ser una supernena?”, cavilan para sus adentros.
Mientras uno de mis hermanos piensa “Este perro está mejor educado que yo, ¡es un superperro!” (Homer Simpson dixit), el otro asiste a la escena con cara de Bango-Ru.
Estalla el choteo general, que se ceba en mis dos hermanos, claro.
- “¡Pero si lo sabe vuestra hermanita de seis años y vosotros no!”

"Carbónico, anhídrido carbónico"

Vale, ahora las explicaciones.
Yo sufrí en mis carnes cierto nefasto método pedagógico de la época consistente en unas fichas, que había que rellenar sí o sí, aunque su contenido estuviera completamente fuera de nuestro alcance. No sé qué querían que aprendiéramos con eso. Supongo que a trabajar someramente para salir del paso de cualquier manera y aotracosamariposa (luego nos extrañamos…). El caso es que esa misma semana habíamos hecho la ficha de los estados de agregación de la materia, y había que poner ejemplos de sólido, líquido y gaseoso.
Poner ejemplos de sólido está chupado, una vez que has entendido que tiran a relleno y consistente. Con los líquidos ya nos quedamos más restringidos: tuvimos que pensar bastante para que se nos ocurriera la leche, además del agua. Pero lo de decir nombres de gases era imposible. No sabíamos ninguno. Entonces la profesora nos dio la solución: anhídrido carbónico. Y nos hizo escribir tan difícil palabreja con hache intercalada y todo. Pero algo debió explicar mal (vamos, que sólo le importaba acabar con la maldita ficha y pasar a otra cosa) porque en mi mente de seis años se quedó grabada a fuego la identidad gas=anhídrido carbónico. No es que hubiera muchos gases, uno de los cuales el anhídrido carbónico, no. Sólo había un gas, UNO, y era ese (se ve que los gases ya debían haber finalizado el proceso Inmortales).
Así que cuando, ese mismo fin de semana, preguntaron por el gas de la gaseosa, respondí como una flecha. (“No sé cómo mis hermanos no se saben el nombre de EL gas, caramba, ni que hubiera tantos”, pensó Cactusafro).


A partir de entonces, mis escocidos hermanos pasaron a utilizar la expresión “Soy Calixta la lista y mi inteligencia es superior, y recalcitrante” cada vez que querían cerrarme la boca (qué mala es la envidia).

Reacción de Cactusafro cuando su hermano Beorn canta la canción que inventó sobre sus posaderas.

Ni que decir tiene que, al poco tiempo, mis padres cayeron en que la nena, de súper, sólo tenía el nickname que ella misma se otorgaría años después (creo que se dieron cuenta al verme volcar el bote con los renacuajos pescados en el río en unas boñigas de vaca, a ver qué pasaba).



Futuros hijos míos:

1.- Nunca tendréis la certeza de si vuestra madre verdaderamente es lista, o solamente le asiste una potra fortuita.

2.- Podéis cantar la canción todo lo que queráis (si es que vuestro tío tiene a bien enseñárosla, claro, yo no pienso). Tengo unas posaderas que ya quisiera Beyoncé, así que me resbala todo.






COMPRENDA USTED A SUS HIJOS: un curso completo en sólo dos prácticas lecciones.


Flashback de los tiempos legendarios III

No pensaba yo remontarme tanto. Consideré inicialmente que los tiempos legendarios abarcaban mayormente las andanzas de la protoMadreconcarné, como mujer de mundo que es, por su cuenta y riesgo. Pero hete aquí que la memoria es voluble, y los recuerdos de la infancia bastante aprovechables, en cuanto se refieren a lo que sucede al otro lado (los ahora padres entonces eran hijos, e incluso niños por más señas), y por tanto, útiles para la crianza. Así que para este estado mutante inicial utilizaremos la identidad madrecarnetil Cactusafro.

Una cosa así, pero con el pelo a lo afro.

 En general cualquier progenitor utiliza los recuerdos infantiles casi exclusivamente para poner en evidencia a los propios polluelos sus veleidades antojadizas, y quedar como los padres más mejores que nunca hubo en el  UniversoMundo. Esta sería mismamente la menda:
- “¡Muchos juguetes tienes tú!, que yo sólo tenía lo que me traían los Reyes una vez al año ¡y no podía pedir más que uno!” (Así es: tal era la máxima para el real pedido en casaCactusafro. Casi llegué a pensar que mis muñecas eran los Inmortales)
- “Mira que escupir el yogur… A mí solamente me daban un yogur para el postre de los domingos, ¡y natural!, que sólo caté el yogur de fresa una vez, por portarme bien cuando me pusieron aquella tanda de 30 inyecciones” (inyecciones gracias a las cuales conservo todas mis anginas, también hay que decirlo).
Todo esto me lo voy anotando cuidadosamente en mis apuntes de madre según se me va ocurriendo, para tener repertorio llegada la ocasión. Así se me impuso a la entrega del carné, tras severas recomendaciones (tuve que firmar un compromiso, por triplicado y jurarlo en klingon), y si no lo hiciera, seguramente los planetas no llegarían a alinearse jamás (no olvidarse que el Big Brother vigila el Internete en general y los blogs de madres esquizoides en particular). Señores astrónomos, ya que estamos: ¿qué hay de lo mío?


Ahora bien, no estaría mal echar un poco la vista atrás con la finalidad de comprender (un poooco, tampoco vamos a exagerar) lo que podría pasar por la mente de nuestros queridos retoños. Mismamente las referidas frases recriminatorias les tienen que sonar a “una guerra tenías que haber pasado tú” o a “yo no salí de casa hasta que me casé”. Cada uno que busque su equivalente y recuerde lo que entonces pensó.

A continuación dos episodios ilustrativos.

1)          Primero, desde el punto de vista infantil.
Estaba Cactusafro tranquilamente en la salita de su casa a la tierna edad de tres años. No se sabe cómo, tenía unas tijeras en la mano. Recuerdo perfectamente mover los deditos dentro de las anillas y ver cómo se movían las tijeras, con un ligerísimo chirrido bastante fascinador. Así estuve un rato hasta que un pensamiento, como un rayo, me sacó de mi trance. A esas alturas yo ya sabía que las tijeras eran para cortar: pues nada, a cortar se ha dicho. ¿Qué hay por los alrededores susceptible de ser cortado y al alcance de mi corta estatura? Las cortinas, mismamente, que si van de techo a suelo, seguramente es para que mis tijeras y yo tengamos acceso incontrolado a ellas. Así que me apliqué concienzudamente en coger un pellizco entre los deditos y cortarlo lentamente. Era una tela sintética, de hilos gordos, y al seductor chirrido propio de las tijeras se unió un crujido subyugante, hipnótico, arrebatador: los gruesos hilos seccionándose en todo su sintético rechinar. De verdad que lo recuerdo como si fuera ayer. Era lo más prestoso del mundo. Así que cogí otro pellizco y de nuevo ccrrggsssss, y otro, y otro más.
En estas estamos cuando irrumpe la Maestra en la salita. Hay que recordar que yo tenía tres años, y ninguna conciencia del mal. Ninguna. Pero nada de nada. Tanto es así que me volví hacia mi madre balbuceando. Yo le quería comunicar mi gozo y deseaba que se uniese a mí en tan placentera actividad, porque, utilizando mi lógica de tres años, lo que es estupendo en sí, en compañía de mi madre tenía que ser mucho más estupendo, así que alcé mis manitas hacia ella. Ni que decir tiene que se abalanzó sobre mí y me sacudió de lo lindo, no sin quitarme las tijeras con tal violencia que casi me arranca los dedos. Yo no entendía nada. Os prometo que para mí fue un shock (de hecho este es mi primer recuerdo en absoluto, y tengo perfectamente presente lo que sentí, a los tres años, así que sí, debió ser un shock). Estuve castigada ni me acuerdo cuánto. Las susodichas cortinas lucieron unos más que evidentes zurcidos durante años (hay que reconocer que con semejante tela no se pudo hacer más).
Ya con el dominio lingüístico propio de la adultez, he intentado varias veces explicarle a la Maestra porqué lo hice, lo que quise decirle cuando me volví hacia ella, el golpe emocional. En vano. No sólo no acepta explicaciones, sino que me manda a freír espárragos con cajas destempladas y mirándome como a un bicho raro.

2)          Vamos a verlo desde el lado contrario.
Visualícese la siguiente situación: en lo más crudo del crudo invierno de Yojanistad, el Epigrafista niño (a diferencia de la Madreconcarné el Epigrafista siempre ha sido Epigrafista desde su más tierna infancia) se halla a la puerta de su casa, por la parte de la calle, de buena mañana, a punto de salir para el colegio. Está algo agachado, pues tiene la lengua… pegada a la congelada llave que está inserta en la cerradura. Llora y grita porque no se puede despegar.
Así se lo encontró su madre. Ante tan pintoresca estampa, cualquier progenitor del mundo mundial, lo primero que dice es: “¿Pero cómo se te ha ocurrido lamer la llave de la puerta?” Pues yo os lo voy a revelar. Yo, la Madreconcarné, tengo la respuesta. ¿Recordáis todas esas situaciones absurdas, increíbles, surrealistas, en que os encontráis a vuestros retoños haciendo algo absurdo, increíble, surrealista? Pues esta es la explicación.
Cuenta el Epigrafista (también él lo recuerda con nitidez), que salió de casa. Fuera estaba nevado y hacía frío, mucho frío. Miró la llave. La llave era plateada y tenía un brillo inusitado. La tocó. Estaba fría, muy fría. Pensó: ¿cómo sería lamerla?
Eso es todo. No hay razones insondables. No hay inspiraciones alienígenas. No hay acicates del averno. Cómo sería lamerla, y no hay más.


Moraleja de la historia 1: no digo yo que hay que evitar los shocks emocionales a toda costa. No. En mi caso, este episodio y el de los caramelos del sexto cumpleaños (sii, siii, es otra historia y ya será contada en otra ocasión, que se me está haciendo tarde), hicieron de mí la mala bestia que soy desde una edad muy temprana. Pero un poco más de comprensión no hubiera estado mal, al menos cuando ya era capaz de expresarme correctamente.

Moraleja de la historia 2: Por fin, un misterio desvelado. Lo malo es que ahora tenemos certeza de la existencia de una vaciedad rectora en la mente de nuestros tiernos trasuntos que antes solamente sospechábamos. A veces la felicidad está en la ignorancia.



Futuros hijos míos:

1.- No os confundáis: si se os ocurre cortar las cortinas de casa con unas tijeras (o con lo que sea), de unas collejas sabiamente distribuidas no os libra nadie. Pero es que además las voy a poner, rotas y todo, en la ventana de vuestro cuarto cuando vengan vuestros amigos a casa, las voy a poner en la sala cuando celebremos vuestro cumpleaños, las voy a poner en casalaMaestra en las reuniones familiares, y las voy a poner en el convite el día de vuestra Primera Comunión (ya sabéis que a mí las convenciones sociales me la refanfinflan). Cuando ya estéis suficientemente escarnecidos, serán reconvertidas en algún aditamento para la casa o para vestir.

2.- La creatividad punitiva de vuestra madre es un superpoder que no conviene poner a prueba.

3.- Como en el relato no se explica, os lo voy a explicar yo: si chupáis una cosa congelada, se os quedará la lengua pegada a ella, lo cual es malo y hace pupa. Es una ley de la física muy importante (creo que la tercera o la cuarta, justo después de la conservación de la energía y la impenetrabilidad de la materia). Esto sirve para todas las cosas existentes, menos para los helados (sobre todo los helados güenos  hechos por vuestra madre. Esos no se pegan, sino que se matan). Tampoco es buena idea tocar una cosa congelada con las manos húmedas, porque igualmente se os quedará la piel pegada como si el agua fuera cianoacrilato. Yo sé que todos los hijos tienen una natural desconfianza respecto de lo que les dicen sus padres. En vosotros está el creerme o no.

4.- No hace falta trocear las cortinas y lamer las cerraduras para demostrarnos afinidad. Bien está querer salir a los tuyos, pero eso es excesivo. Preferimos besos y abrazos a discreción.

miércoles, 19 de junio de 2013

ESTRELLAS INFILTRADAS, I. Tom Bombadil


Nuestro amigo Tom se ha infiltrado en el blog (imagen mental de Tom vestido de infiltrado, completamente de negro al estilo Trinity) (fuera imagen maldita, fuera, aaaarrrggg, me queman los ojoooos).
Aquí, un bonito relato doméstico.

Hola a todos. Aquí Tom… No, Thompson, no. Tom Bombadil (¿Ves? Te dije que no era buen nombre, no digas que no te lo dije, la culpa es tuya).
Como veo que tengo que limpiar mi nombre (vaya, tengo que limpiar un nombre que no me gusta… ¿qué diría Homer en estos casos?), voy a intentar escribir un post donde se vea mi verdadera naturaleza pacífica y mi ánimo gallardo y sobrio. Lo mejor que se me ocurre es contar una mañana cualesquiera en mi casa. A los gentiles lectores les recomiendo pasarse por el post “Baya de Oro” para repasar el Dramatis Personae y no perderse.
6:30. Suena el despertador. Me arrastro fuera de la cama. Como Ahijada todavía duerme en nuestra habitación, tengo que hacerlo en el mayor sigilo posible. Llego hasta el baño. Reflexiono sobre la vacuidad de la vida moderna y la miseria de la sociedad actual esclavizada por los horarios, las normas y el mercado inmisericorde, eligiendo para ello lo mejor de mi vocabulario. Nota: afiliarme a PATRAÑA en cuanto me acuerde de hacerlo.
6:35. Entro en la cocina. Güeroman desayuna tostada de pan de molde con mermelada y queso fresco junto con su leche con Nesquick. Hanuman la misma leche, pero con galletas digestive. Ahijada galletas maría con su leche sola. Baya de Oro está a régimen y desayuna sus complementos alimenticios. Yo café con leche y tostadas pero de barra de pan. Cinco personas, cinco tipos de desayuno. Hala.
6:45. Preparo media mañana de Hanuman. Preparo mi media mañana. Preparo mi comida para comer en el trabajo. Pienso en lo que puede comer Baya de Oro cuando llegue de su trabajo.
7:00. Mi momento molón. Con mis tostadas y mi café con leche, enciendo el portátil y leo tranquilamente algunos posts de mis blogs favoritos. Hmmm… Wardog hace mucho que no postea, te digo yo que éste, desde que se convirtió en escritor analógico, nos ha abandonado y al final no sabremos si finalmente la chica de prácticas se convirtió en BOFH
7:15. Momento de sacar el látigo. Despierto a los niños. Hanuman se levanta y va al baño. Güeroman se estira, gira a la izquierda, gira a la derecha, gira a la izquierda, engancha la mano al borde del colchón y sigue durmiendo. Lo meneo. Repite todo el proceso anterior. Le hago cosquillas. Repite. Lo agarro, lo levanto sobre el colchón todo lo que me permite su mano enganchada y lo dejo caer. Repite y añade un “qué pesado, que ya voy, vete y me levanto”. No le creo, claro. Pero me voy.
7:17. Levanto a Ahijada. Por lo general no cuesta mucho, pero hay veces que está más cansada que otras. La siento en su silla. Según la siento y le pongo el babero, se duerme. Hay quien se queja de que sus hijos no comen. Hay quien se queja de que sus hijos no duermen. Yo no puedo quejarme de nada, porque Ahijada es capaz de comer mientras duerme. Rabia rabiña. Así que le doy el desayuno mientras duerme, cucharadas de leche con trocitos de galleta maría agitados, no batidos (no exagero, como el trozo de galleta esté muy blando por la leche es capaz de despertarse gritando ¡NO! mientras lo escupe, no te digo más).
7:23. Güeroman, venga hijo, que ya es hora de que te levantes…
7:24. Hanuman se entretiene tocando el pelo de su hermana. Hanuman, bonito, deja en paz a tu hermana y céntrate en el desayuno.
7:25. Güeroman, venga hijo, que ya es hora de que te levantes…
7:26. Hanuman se entretiene levantando el brazo de su hermana. Hanuman, bonito, deja en paz a tu hermana y céntrate en el desayuno.
7:27. ¡Güeroman! ¡Que te levantes!
7:28. Hanuman se entretiene haciendo cosquillas en los pies de su hermana. ¡Hanuman! ¡Desayuna ya, hombre!
7:29. ¡GÜEROMAN! ¡LEVANTAR! ¡HANUMAN! ¡DESAYUNO! ¡YA!
7:30. Güeroman se arrastra fuera de la cama. Vamos a ver, yo acabo de escribir que a las 6:30 me arrastré fuera de la cama y todos lo habéis entendido como una metáfora de que me cuesta levantarme pero como tengo que hacerlo lo hago de muy mala gana. Güeroman lo hace literalmente. A continuación se desplaza hacia el baño haciendo la croqueta. No, no es otra metáfora de que lo hace partiéndose de risa: rueda por el suelo hasta llegar al baño. Se queda tendido en el baño.
7:31. Continúo y termino el desayuno de Ahijada, que empieza a despertar. Güeroman siente la llamada de la naturaleza y se levanta. Hace lo propio donde tiene que hacerlo (menosmal…). Tira de la cadena y se vuelve a tirar en el suelo del baño. Hanuman se entretiene haciendo dibujos con las gotas de leche que hay en el babero de su hermana.
¡¡¡¡&@{%$*Ç*&@$%#!!!!
Y algún taco más.
Los lectores más avezados a estas alturas del relato se estarán preguntando si Tom Bombadil no estaba casado. ¿Resulta que al final Baya de Oro era una invención de su mente enferma y no es más que un triste padre soltero?
7:45. ¡Baya de Orooooo! Es tardeeeee. Baya de Oro contesta desde la cama algo así como jjjjjeorássss? Como ya nos vamos conociendo, he entendido la pregunta. Le respondo y, por supuesto, miento: son las ocho de la mañana, vengaaaaaaaaa.
Jooooookanochestuveplanchandostalastressssss…
A mí no me engaña, que sé yo que ella se lo pasa chupi planchando y de noche más que nada.
Yencimalalergiametienestrozadaaaaaa
7:46. Hanuman ha terminado el desayuno y juega al fútbol con una bola de papel que ha encontrado. Tropieza con Güeroman que está tirado en medio del pasillo camino de la cocina. Se pelean, claro. Ahijada se ha despertado y asiste a la pelea animando a ambos a voces con su lengua de trapo y dando palmas entre carcajadas.
Baya de Oro, aún desde la cama: Tooooomm, mira a ver esos niños, que se están pegando, haz algo!
7:47. Por qué soy tan desgraciado… snif.
7:48. Cuatro chasquidos de látigo más tarde he metido a Hanuman en el baño para que se lave los dientes, he sentado a Güeroman frente a su desayuno y le he dado a Ahijada un muñequito para que se entretenga mientras espera para vestirse. BAYAAADEOOOROOOO ESSSSTARRRDEEEEE!
7:49. En el baño Hanuman está jugando al fútbol con el tubo de pasta de dientes. Colleja. Me miro al espejo: hoy no hace falta afeitarse. Me huelo. De la ducha no me escapo. Entro a la ducha con el cepillo de dientes mientras grito de nuevo a Baya de Oro. BBBBRRRRAYYYYARRRRAGGGLLAAAA….
7:55. Güeroman casi ha terminado el desayuno, pero ahora se entretiene en quitarle a su hermana el muñeco que le dejé antes. Ahijada llora. Güeroman lo pasa en grande. Colleja. Hanuman está jugando al fútbol con un cojín del salón. Colleja. Baya de Oro no se ha levantado todavía. Coll… besitos, besitos, besitos…
7:56. Baya de Oro ¡ropa para estos niños!
No hay frase que más odie Baya de Oro al despertar. A ver, yo elegiría la ropa, pero pasan varias cosas: la primera, ¿qué haría Baya de Oro por las mañanas? se sentiría desplazada si no tuviese algún encargo mañanero; la segunda, que por algún motivo ella piensa que tengo mal gusto eligiendo la ropa de los niños y al final todo son reproches. Por todo ello, es mejor que se encargue ella.
8:00. Estoy vestido. Baya de Oro se levanta. Hallelujah!!.
A partir de aquí la sucesión de hechos nunca termina de estar clara. Aún no sé cómo Ahijada termina vestida, los niños vestidos ¡y peinados!, ni siquiera sé cómo Baya de Oro termina vestida ¡y duchada y peinada!, las carteras (Güeroman, ¿dónde está mi cartera?) en orden, la cocina recogida, las camas hechas… Sólo sé que todos corremos mucho, que todavía da tiempo para alguna colleja más, que nos llamamos pesados unos a otros como si de un mantra se tratara, que antes de salir por la puerta definitivamente hacemos tres intentos (¿lleváis los cuadernos? ¿llevas el lápiz nuevo? ¡te he dicho que no lleves las peonza al cole! ¡¡Ahijada se ha hecho caca a lo grande!!)…
Pero sí sé que esta es mi familia y que no quiero otra vida que la que tengo. Mi vida es complicada, pero ¿qué vida no lo es? Por lo menos yo puedo decir que la mía lo es porque yo lo he elegido así.
Y no me siento nada mal cuando llego al despacho y puedo descansar siete horas y media de mis fieras.

PS. Se me ha hecho harto difícil llamar a mi disfuncional familia por los nombres impuestos dictatorialmente por Madreconcarné (para mí, Ahijada no puede ser Ahijada, es LaReina; y llamando a ReinaMadre como Baya de Oro, tengo la sensación de estar casado con otra; por no hablar de ElReplicante y ElFutbolero). Algún día lideraré una revolución y terminaré con semejante tiranía.

1.- Pues si tan buenos nombres tienes para tu familia, ponlos en tu blog.        
2.- ¿No os llama poderosamente la atención que lo que hace Tom se extiende mas de cuatro páginas y lo que hace Baya se despacha en un párrafo? Una versión más de “No haces más que hablar de ti, Marge, y ¿qué pasa conmigo? ¿Eh? ¿Qué pasa conmigo?”(Homer dixit)


Futuros hijos míos: así es vuestro tío. Para que luego os quejéis de vuestro padre y de mí.

martes, 18 de junio de 2013

EL ENTE GRANDE, ANDE O NO ANDE.


O, como decía la Galochera, que lo grande hace a lo poco y a lo mucho.



El Ente: ser compuesto por dos seres unidos simbióticamente, a la sazón, el Epigrafista y Tom Bombadil (seguro que a estas alturas no se lo esperaba nadie). Dicha simbiosis es coyuntural: sólo se verifica en las ocasiones en que se los puede ver juntos, y toma verdadera entidad cuando es aderezada por ciertos efluvios dipsómanos (si, el ente toma entidad, ¡que redunde la redundancia!, ¡que sobreabunde y rezume por todos los poros!). Claro que la falta de sueño, el humo de las barbacoas y la nocturnidad de los juegos de mesa le producen el mismo efecto.

Si hay una cosa que entusiasma al Ente en todo su esplendor, es jugarse nuestras vidas acuñando nuevas expresiones alusivas a Elquenopuedesernombrado. No hay nada que lo arredre: que si la rotundidad de la célula primigenia, que si la amorosa violencia marcial, que si los conejos chinos descabezados (y si estaban descabezados ¿en qué se les conocía la chinitud?), que si el amarillo reflejo del atardecer un jueves cualquiera… Todo nació el fatídico día en que la parte foránea del Ente tuvo cierta iluminación versífica: nombrado, pareado. Desde entonces, nuestras vidas son un pareado tras otro hasta acabar deseando que se muera Flanders (¿no había dicho eso ya?).
Cual Jesús Calleja en desafío extremo, la temeridad roza el límite de lo imposible en las (por suerte escasas) ocasiones en que, abandonada toda prudencia, le tiran de la lengua con frases como: “¿Y tú fuiste a la mili?” (“yo te mato” bisbiseó sonriente la Madreconcarné, asegurándose de utilizar un idioma ininteligible para los presentes).
Con frecuencia sucede que lo mejor se pasa por alto, y hasta la Madreconcarné lo tiene que poner en el buen camino. La historia de los gorrinos corriendo por el agro recién arado, muriendo a continuación de un infarto, ha sido completamente desaprovechada por el Ente (y se lo echo en cara cada vez que tengo ocasión). Así como la imagen de los campos, en los que crecen barbacoas de todos los tipos, extendiéndose hasta donde alcanza la vista, cual trasunto luso de los prados excusados con que sueña Homer. (¿Qué lo azuzo yo? ¡Lo que hay que aguantar! ¡Cuánta insidia!)

La parte ibérica del Ente ha abrazado alegremente la propensión a lo absurdo que es connatural a su otra mitad. A esto hemos de sumar su tradicional capacidad para identificar en una conversación cualquiera alguna frase que pertenezca a una canción, y proseguirla (si, en su casa talmente viven en un musical perpetuo). También hay que tener en cuenta la pericia, desarrollada con los años, de traer a colación frases de Les Luthiers. La suma de todos estos factores tiene dos consecuencias. Una, la mundialmente conocida BDFSQUPUECO: Base de Datos de Frases de los Simpsons que Usted Puede Utilizar En Cualquier Ocasión (próximamente en las más prestigiosas librerías. Busque junto a esos libros de citas célebres que tan bien vienen para quedar como si fueras culto y tal). Dos, las rimas festivas, que se centran principalmente en Elquenopuedesernombrado, aunque nadie está a salvo de su alcance (así que circulen con precaución y sin llamar su atención). Tales manifestaciones pueden tomar forma de oda recitativa o balada informal en la que se glosa a los miembros de la tribu y sus actividades, y suele renacer con el buen tiempo, cual canción del verano.

Place al Ente el godimento de cierto tipo de música metalera. Pero tratándose del Ente no podía quedar ahí la cosa. Dada la cualidad instruida y cultivada de sus miembros, se dedica a analizar sistematizaciones eruditas (cual Jack Black en versión extraescolar), visionando los más sesudos estudios histórico-psicoanalíticos, y haciendo partícipes a su entorno del entusiasmo que les embargan tales prácticas. No sabíamos nada. Gracias por la información.

Didáctica. Nótese el puntero con cuernos

Árbol genealógico del rock según Jack Black...

... versus tabla periódica del Metal

De ahí nacen expresiones como “el interino del Metal” (quien entró en la historia del Metal porque estaba por allí al principio. Con el nivel que han alcanzado, ahora no entraba ni de casualidad). De ahí nacen brincos y agitación de extremidades ante descarnados ornamentos estampados en negras camisetas. De ahí, finalmente, encendidos suspiros ante la contemplación cierta guitarra languideciente en un rincón.

El interino del Metal
Han rebaremado y ve que ya no está el primero en la lista de interinos.



En derredor al Ente se produce otro fenómeno extraño (Atención Iker Jiménez). A saber: los productores de cierto jugo de cebada fermentada se regocijan, a la par que los contenedores de reciclado de envases y botellas inexplicablemente se saturan. El Ente está especializado en la búsqueda de nuevas y mejores variedades de dichos néctares. Se han registrado casos de agitación y convulsiones cercanas a la epilepsia ante el hallazgo de ejemplares procedentes de Yojanistad. Pero no son del agrado del Ente algunas fantasías caprichosas que distraen excesivamente las leyes de confección de los zumos genuinos. Seamos serios. Ante todo ingredientes sanos y naturales. A ver si al final va a ser cierto que lo hacen con cebada, lúpulo, y pura y cristalina… cabra (para curso avanzado de frases de los Simpsons, inscripciones aquí). Sin encambio los tintos de calidad y la variedad Oporto no es repudiada en absoluto por el Ente. Angelico.

Mmmmm, cómo se nota el sabor a cabra...
Necesíta más perro
Esto en cuanto al bebercio. El comercio consiste en casi cualquier cosa salida de una barbacoa, pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión.


Cuando el Ente se diluye (esto es, queda reducido a una particular relación a distancia), se transforma en una versión light, descafeinada, un recuerdo de pasados delirios: unas llamadas al vuelo (ilustradas con descripciones alguna nueva variedad de los mencionados jugos fermentados), unos comentarios cruzados en un blog cualquiera, un croquetear en la distancia … y es así como, hundido y debilitado, el Ente sobrevive como puede hasta su próximo momento de esplendor.



Futuros hijos míos: acariciadle el lomo y repetid conmigo: “Ente bueno, Ente bonito, el Ente no muerde, se está quietecito… ”


P.S. Edito esta entrada voluntariamente y sin sufrir coacción alguna:
Loas sean dadas a Sam Dunn y su insigne obra. Stop. El nivel de su análisis antropológico es tal que nunca vieron los tiempos cosa semejante. Stop. Sus obras nunca serán suficientemente encomiadas. Stop. Cada una más maestra que la anterior, quedarán para la posteridad como soles que iluminan nuestra existencia. Stop. Serán de visionado obligatorio como actividad social de alto rango y en las reuniones diplomáticas al más alto nivel. Stop. Entonemos sus alabanzas con entusiasmo. Stop. Coreemos vítores a mayor honra, loa y prez. Fin del mensaje.


Cuadro-resumen genealogía del Metal, del ínclito y nunca bien ponderado Sam Dunn.