jueves, 3 de diciembre de 2015

BARRIO II



De la diplomacia en la aldea gala.

En la cooperativa de consumo (si, reciclamos hasta los tiques de compra, no tenemos coche y compramos en una cooperativa de productos de proximidad. Damos asco, lo sé. Un día de estos haremos nuestro propio jabón como Mamimanitas), el café nos los suministran desde un tostadero no lejano. El esforzado tostador nos está instruyendo sobre los matices de cata, cuando le interrumpe el quesero.

-        “¿Entonces, tú torrefactas el café?
El tostador, perplejo, no comprende la pregunta.

-        Que si le pones azúcar, luego se tuesta… ya sabes
-        ¿Tú le echas kétchup a tu queso?


Me encanta mi barrio.



Yo no digo que mi café esté demasiado caliente. 
Pero aquí Frodo y Sam dicen que si pueden arrojar nosequé de un anillo.



Estoy por enmarcarlo y ponerlo en mi puesto de trabajo

Ale chicos, al tostadero


(De donde se colige que la Madreconcarné, después de todo, con su depurada diplomacia estilo apisonadora, es hija de su tierra. Su ya clásico “¿voy yo a tu casa a fregar?” espetado al invitado que se ofrece a ayudar a recoger la mesa, es ya un must de estilo en las embajadas de todo el mundo.
Menos mal que El Epigrafista aporta el sosegado y oportuno yang con su mítica diplomacia bizantina comme il faut.)



Hijas mías: el que a los suyos parece, honra merece.
Pero hasta los tuétanos, no sólo por el borde.



4 comentarios:

  1. Jajajaja. Cómo mola... Y no dais asco. Ojalá todos fuésemos así.

    Por cierto, a mí también me han dado ganas de enmarcar el cartelito ese. Besotes!!!

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    1. Tengo que decir que lo de comprar a los productores locales lo llevamos haciendo toda la vida. Antes sólo tenías que coger el carro e ir al mercado. Ahora hay que hacerlo por Internet. Vivir para ver.

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  2. Hola! Gracias por tu visita a mi blog.
    Reciclar está bien, aquí nos lo ponen un poco incómodo porque tengo que ir un poco lejos a echar las botellas pero qué le vamos a hacer. Tenemos la cocina llenita entre botellas, cartones, etc, necesitamos una casa como la de Bertín Osborne, digo yo.
    Besos

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    1. Como decía hace unos días, con tanta bolsa y tanta historia tengo la cocina hecha unos zarrios.
      Lo cierto es que tenemos los contenedores de reciclaje de paso para el trabajo, así que no me voy a quejar mucho.
      Un saludo.

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