martes, 16 de julio de 2013

“YO ERA UNA PRINCESA CABALLO BEBÉ



La más pequeña del mundo, con cero años”

        Volvemos a la senda marcada originalmente, con realistas descripciones de las familias integrantes del clan.

        Navidad del 2011. CasaAbu. Tras una opípara comida, todo el clan se encuentra apoltronado en el salón-comedor, rumiando y engullendo (simultáneamente) una extraordinaria y gigantesca tarta de calabaza (algún día os daré la receta: cinco kilos de calabaza concentrados en una sola tarta. Casi no lleva ni azúcar). ¿Todo el clan? No. Los niños juegan del lado de la sala. Párvati y Shivá escudriñan sus respectivos aifons. La Maestra va y viene en un vano intento de evitar caer en tentaciones cucurbitáceas. La Madreconcarné, la Princesa Chicle y el Ente departen amigablemente. De repente se hace el silencio.
-         ¿Habéis oído lo mismo que yo?
-         Creo que sí
-         Ha dicho “yo era una princesa caballo bebé
-         Entonces yo también lo he oído.

La interfecta, que de tonta no tiene un pelo, dándose cuenta de que ha despertado nuestra atención/turbación, desde el otro extremo de la sala y sin dignarse mirarnos, dirigiéndose a su prima, repite, innovando:
-         Yo era una princesa caballo bebé. La más pequeña del mundo, con cero años.

A la autora de tan memorable frase, y de otros grandes éxitos como “vamos a jugar a hermanas adolescentes”, la adornan otras prendas de predicamento. A saber: en un concurso de a ver quién come menos fruta y verdura; se lleva la palma de carrerilla; suele inventar canciones sobre el advenimiento de la paz mundial que harían palidecer de envidia al mismísimo Lenon; es capaz de hablar debajo del agua, literalmente (su monitor de piscina dixit); su capacidad para saltar a la comba sin parar un segundo no ha podido ser medida por la ciencia; su sentido de supervivencia está tremendamente desarrollado, por lo que lógicamente reacciona con vehemencia ante la visión de su propia sangre o la desaparición de piezas dentarias; desarrolla múltiples actividades tanto deportivas como intelectuales, siendo notada en su propio colegio (la sor se quedó muda de asombro) casi desde el primer día, debido a cierta adjetivación latina (¿Estamos ante un nuevo caso Calixta? Seguiremos informando).


Así se ve ella (añádanse unicornios rosas y arcoiris como fondo)

 Así es como la solemos ver nosotros.

Si bien su hermano el Gitanorubio (lo siento papito, tú lo quisiste) aún es pequeño para demostrar su valía, algunas señales deja traslucir. Embelesa y cautiva ya a primera vista. El principal atributo de su encanto primordial son sus luengos cabellos de homónimo colorido.

Su madre le cortó el pelo: estado actual

¡Dejadme! ¡No me cortéis más el pelooo!¡Quiero llegar a ser así!

Habitualmente arrasa en las pasarelas con a un estilo mitad casual mitad aguerrido leñador en ciernes (sin perder un ápice de su donosura), gracias a vaqueros, pantalones de pana y camisas de cuadros. Desde su más tierna infancia (en el sentido más literal posible: la ropa de bebé le quedaba fatal, desde que tenía días, si no lo veo, no lo creo). Fue el primero que lució en su muñeca la pulsera heavy de ganchillo (made in Madreconcarné) justo cuando empezaba la guarde, probetín.

Versión crecidita de la misma
Ustedes me perdonarán que se me caiga la baba de este modo tan evidente: no sólo es un conquistador, sino que además lo conozco desde que le limpié el meconio. Se ríe hasta cuando lo bañas en la pila de la cocina. Está mono hasta con un pañal de sombrero. Es el centro de atención de sus primos mayores en cuanto aparece. El Gitanorubio, señores, todo un gentleman. No me extraña que Ahijada lo persiga cada vez que lo ve (aunque me temo que sus intenciones se refieren mayormente al acaparamiento juguetil).


Es MamiManitas la madre de tan notable progenie. Colíjase por su nombre alguna de sus propiedades (baste decir que el día de su boda cortó la tarta con una sierra de arco, que le acababan de regalar a tal efecto). Tiene otros superpoderes, como el de agrandarse y encoger a voluntad, y desarrollar las actividades más diversas a lo largo del día. Cual Mary Poppins de nuestros días, transita por la vida con un bolso mágico, del que en cualquier momento puede salir tanto una cinta métrica, como un adminículo multifunción (destornillador-rotulador-sacacorchos-adaptador USB), como un conjunto de camisetas a juego DIY para regocijo de todos los primos afectados. En el último caso, la foto de grupo es de rigor.


Lo de su cónyuge DerBlaueReiter sí que necesita una explicación (como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esta explicación que os debo os la voy a pagar). Tal denominación (el jinete azul) pertenece a un grupo artístico del expresionismo alemán. Los cuadros más notorios representan caballos azules. Es nuestro personaje también jinete… de una bestia azul.

Mutatis mutandis

Por otra parte, son notorias sus habilidades para la imitación de ciertas cadencias exóticas (de tanto hacer el chiste, a veces le sale sin querer en el momento más inconveniente), provocando la hilaridad del público en general. Tiene una vertiente enciclopédica, como el Epigrafista, relativa a cualquier cosa con ruedas que se haya fabricado en los últimos treinta años (desde los motocarros hasta el último Porsche). No sé qué tal le parecerán los nicknames que la Madreconcarné, en su infinita sabiduría, atribuyó a su familia (a él, que recuerda y utiliza sin piedad los ancestrales motes de todos los lugareños de su pueblo de crianza). Así es la vida. Pero no te preocupes, siempre podemos llamar a tu hijo Artajerjes.






Futuros hijos míos:

1.- Las competencias relativas a bricolaje son de tía MamiManitas o, en su defecto, de vuestra madre (toma estereotipación de género). Jamás veréis a vuestro padre con un taladro en la mano colgando estanterías en casa. Si acaso lo vierais, avisadme enseguida.

2.- No vais a sacar lo de Artajerjes poniéndolo en Google. Es como lo de Herodes o lo de Boanerges. Son asociaciones mentales inverosímiles, fruto de mentes demasiado transitadas. Y además requieren conocimientos tirando a exóticos. Mejor preguntad.

3.- Un poco de paciencia. También habrá camisetas a juego con los primos para vosotros.



1 comentario:

  1. Ah, por cierto! Que sepas que las pulseras de pinchos de Güeroman y Ahijada han sido la envidia del cole y que hasta la profesora del primero destilaba envidia cuando la vio.

    Curiosamente y por algún extraño motivo, en mi casa quien hace manualidades también es quien no le corresponde por el estereotipo de género. Baya de Oro lo mismo pega un jarrón reducido a polvo que devuelve la vida a juguetes declarados muertos por una legión de médicos. Cuando hay rotos, los niños ya saben que tienen que dejarlo en el rincón de arreglar de mamá.
    Sin embargo, cuando se trata de coger el taladro, me obliga a mí (¡me obliga!). Y sobre todo, escapando a toda lógica, cuando se trata de montar muebles de Ikea, no se atreve en absoluto.

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