En lo que viene siendo práctica habitual, las Princesas Caradefresa y Caradeardilla van camino del colegio con el Epigrafista jugando a alguna combinación más o menos rocambolesca. En esta ocasión, “murciélagos y brujas”. El murciélago padre se daña en una pata.
- “Toma esta poción, que lo cura todo.”
- “¿Ah si?, ¿cómo se llama?”
- “Se llama el inversor grande.”
(??? !!!)
- “¿De dónde lo sacaste?”
- De mi cerebro.
Una buena cataplasma de billetes cubriendo el riñón. Lo cura todo. |
Os lo tengo dicho, que en un plis plas se nos planta en el Ministerio de Hacienda y nos saca de la crisis.
Hijas mías: para cuando seáis empresario-consultoras de Macroeconomía del Universo Mundo, estas son las normas principales a tener en cuenta (por mucho que en el súper Máster ese, el que sea, os hayan contado otra cosa).
1.- No te fíes del que mucho aparenta. Ni del que aparenta, en general.
2.- Un tonto y su dinero pronto se separan. Aprended. Escarmentad. A ser posible, en cabeza ajena.
3.- No por mucho tempranar amanece más madruga.
4.- Es un error medir la riqueza solamente en parámetros de dinero. Y no me estoy poniendo moñas con “ser ricos en besos y achuchones”. Me refiero a la riqueza-riqueza.
5.- De nada sirve ser el más rico del cementerio.
Yo quiero un inversor grande de esos, que me saque de pobre. ¿Ya tienen tarjetas de visita o es pronto para eso? Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarDe momento sólo los venden en tarro de pócima.
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